lunes, 4 de julio de 2016

THE CONJURING 2 : EL CASO ENFIELD

Desde el anterior post, en el que dimos por aquí buena cuenta de la bruja piruja, me ha sorprendido gratamente el saber que Expediente Warren : The Conjuring, albergaba una buena caterva de seguidores entre mis allegados. Como a Patricia y a mí, también nos hizo en su día disfrutar y pegar buenos botes en la butaca, qué mejor idea que pasar la tarde dominical disfrutando de esta nueva y brutal entrega de la saga : The Conjuring, El caso Enfield, y ya puestos dejar en este humilde rincón de la web mis impresiones.



Esta vez, el amigo asiático James Wan, nos vuelve a poner el "culo torcío" con esta cinta, basada como la anterior, en un caso "real", que cubrieron la prensa y otros medios informativos británicos, y que llegó a alcanzar cierta fama y repercusión internacional.

1977, en un pequeño barrio de Enfield, Londres, una familia ve indefensa, cómo su casa es acechada por espíritus malignos y multitud de fenómenos paranormales, Edward y Lorraine Warren, reputados demonólogos norteamericanos, deciden acudir en su ayuda.

A estas alturas (nunca mejor dicho) de la película, nadie puede ya poner en tela de juicio, la enorme capacidad que atesora el amigo Wan para el terror. Es de ley hacerle ya un hueco entre los grandes maestros del género. Supongo que estaréis de acuerdo conmigo en que después de : Saw, Dead Silence, Insidious, y los dos Conjuros, (unas mejores que otras, desde luego) se lo ha trabajado a pulso. Bien es cierto que yo le culparía un poco de "esclavizar" el género. Todos siguen sus mismas pautas y estilo, pero claro, lo hacen de mala manera. Si vas a copiar hazlo bien, y si no ponte a hacer calceta o anuncios para la TV, yo qué se joder.



Pero bueno, eso da para post aparte y no me quiero liar que luego no sé salir. Centrándonos ya en la película que nos ocupa, decir que empieza ya de una manera brutal, conectando con el espeluznante y muy real "Caso Amityville" y sus crueles asesinatos. Poderosas visiones a través de Lorraine ya te ponen los pelánganos de punta desde el minuto uno y con ganas de más tralla para el cuerpo.

Otro puntaco a favor es la ambientación setentera. Está más  que bien conseguida; esas barriadas, esas casas, los utensilios, los juguetes de los chavales, las  vestimentas, los televisores, los cassettes, la grabadora-reproductora de audio con los dos rollos je,je. Bueno, para qué contínuar, los que ya me seguís por aquí o me conocéis un poco, sabéis que para nada me disgusta todo este tema, sino todo lo contrario.



Es tontería negar, que la base del cine de Wan, se apoya en dar unos sustacos del copón, pero en su caso, y a diferencia de otros directores lo hace con una cuidadísima y muy trabajada atmósfera que juega contigo, donde te piensas que va a llegar el sobresalto y te la van a meter doblada, quizás al final no sea así y viceversa, poniéndote el corazón en la boca cuando menos te lo esperas.

Domina como pocos el tempo, los giros de cámara, la iluminación (tan importante en una cinta que pretende producir miedo) siempre la correcta, ángulos por ahí medio muertos a los que logra inexplicablemente sacarles "chicha". No es menos cierto que le debe gran parte de ese buen hacer al estupendo director de fotografía Don Burguess. Juntos forman un tándem explosivo.
La terrorífica partitura de Bishara cumple a la perfección; oscura, perturbadora, sutil y macabra al mismo tiempo...se rodea de buen equipo el pájaro este, nos ha jodido, como debe ser.



Las referencias a la "época dorada" del cine de terror no son pocas desde luego, se nota que Wan es un amante irredento (y no lo oculta) de joyas de la corona como : "El final de la escalera" , "El Exorcista" , "Poltergeist", etc...lo dejo para que las descubráis y lo disfrutéis, como yo lo hice, por  vosotros mismos.

Llegando ya al casting, poco que decir. En este apartado tampoco se han pegado la galleta ni mucho menos. La pequeña "endemoniada" muy bien la zagala, no se le augura mal futuro. Patrick Wilson y Vera Farmiga están perfectos interpretando al mítico matrimonio Warren. Tienen muy buena química y ese aire setentero, por lo menos a mi juicio les queda de lujo. Ese momento en el que Wilson se marca un guitarreo a lo Elvis con la familia afectada para tratar de que el espectador empatice con ellos y con su sufrimiento, es genial, y yo me canté mi par de estrofas amparado por la oscuridad de la sala pero tan ricamente, no te digo. Que me quiten lo bailao. 



Cosas malas, o menos buenas también las tiene claro, como todas. Pese a lo muy disfrutable que resulta la película en términos generales, ya se le va acabando el fuelle a la saga, y corre el serio y evidente peligro de repetirse. Le sobran tranquilamente en el centro del metraje sus buenos veinte minutacos de "paja" pura. Si no hay ideas meta usted la tijera y amén, señor Wan. Sería de agradecer. 


Sobre todo en la parte final (también alargada en exceso) se aprecia en demasía el cante de los efectos digitales, haberse dejado en ese apartado unas cuantas "perras" más tampoco habría venido mal. Y eso que se nota y agradece el esfuerzo de que por ejemplo, el terrorífico demonio "principal" esté interpretado por una actriz de carne y hueso, así como otros muchos escenarios y vestuarios, creados de forma natural y qué duda cabe, con mucho más esfuerzo y trabajo. Yo a eso le doy mucha importancia y reconocimiento. Ponte una tarde Blade Runner, con un trabajo artesanal demoledor, cientos de personas y artistas implicados, la productora con el látigo a todas horas para que termines la puta película...y después ponte el Avatar de turno o cualquier otra que te han hecho con el ordenador hasta un gato que te pase por mitad de la calle, y luego ya me dirás dónde ha ido a parar la magia de la primera con respecto a la otra. Al mismo cubo de la basura.

Ola q Ase?

En fin, que ya me estoy liando otra vez, que a poco que os guste el género y pasar un mal rato ya tardáis en ir a verla, que supera con creces y sin quitarse la boina a las cintas "asustadoras" que salen por ahí a cascoporro y que prácticamente siempre se quedan en nada. Como dije en el post anterior, yo disfruto mucho más con un terror psicológico bien elaborado, pero no me amarga para nada un dulce tan rico como The Conjuring y dejar la butaca hecha astillas con tanto blinco. 

Ahí lo dejo.